Homenaje al gran Roger Conti

No voy a escribir mucho, porque ya nuestro amigo Fernando Gea ha escrito unas palabras y os pondré a continuación. Fernando es la persona, que yo conozco, con más conocimiento sobre la vida y obra del magnífico Roger Conti, y es digna de ver la colección que tiene sobre este grande del billar.
Tengo que decir, que para mi, el libro "El Billar ese desconocido", es el mejor libro que se puede leer para comprender el billar y tener una mentalidad positiva y clara sobre el billar.
No me enrrollo más y aqui teneis el texto con un par de videos.

Roger Conti     (1901 – 1995)

Jugador profesional de billar, Campeón del Mundo a Tres Bandas y al Cuadro 71/2, y recordman en todas las modalidades.

Es considerado el padre del billar moderno, al desarrollar una nueva concepción del juego, siendo además el precursor del sistema de diamantes.

Partidas a tres bandas, en los años treinta del siglo pasado, por encima del 1.2,  promedio a la banda de 37.5 y series al cuadro de mas de 1.000 puntos nos pueden dar una idea aproximada de su extraordinario nivel.

En el prefacio del libro de Conti,  “ El billar ese desconocido ”, L. E. Galey, entonces presidente de la Federación Francesa, escribe:

“ ¿ Dios en francés?, los acontecimientos obligan al observador imparcial a reservar provisionalmente su respuesta. Pero si se trata del dios del billar, no dudaría en contestar; Si, y se llama Roger Conti ”.

Conti escribió dos libros: “ La cabeza y el brazo ”  y el mencionado “ El billar ese desconocido ”.

En este último, explica las jugadas como en una conversación entre profesor y alumno, al principio podemos leer:

“ El juego del billar es siempre una diversión cuando uno empieza, a continuación si usted progresa, quedará cautivado al descubrir en él cosas nuevas, insospechadas, interesantes, atractivas. Después, bastante mas tarde, si su ascensión continúa, este juego se apoderará de usted y llegará a ser una pasión tiránica.

 Dos caminos se le ofrecen:

   De un lado una caricatura del billar, partidas jugadas entren amigos donde empujan las bolas alegremente, sin principio, sin objetivo definido. Un pasatiempo divertido, eso sí, pero nada más.

   Del otro lado, el billar, el verdadero, él solo, pura aleación de deporte y arte exigiendo destreza, medida, un conocimiento y un dominio de sí mismo, una disciplina severa, una voluntad feroz, un entrenamiento continuo, y el amor por lo bello en la ejecución de los puntos.

  Le acechan sinsabores y decepciones dolorosas, es cierto, pero a cambio conocerá alegrías íntimas, profundas e incomparables. ”

Y así, magistralmente, introduce Conti, al que empieza en este difícil, exigente y apasionante deporte que hemos elegido.