martes, 14 de junio de 2011

Carta anónima

Os dejo aqui una carta anónima que me ha llegado, y que creo que debemos leer porque es un ejemplo.
Quizás alguien se inspire con esta carta y se decida a actuar.

I Have a (Billiard) Dream!

El paréntesis destapa que no soy Luther King sino un tal anónimo.
Conozco el Billar desde los 4 años y lo practico desde los 12 casi sin
interrupción (ni siquiera par de enfermedades me han hecho tirar la toalla).
Desde niño quise competir, enseñar y organizar.

Como todo buen deportista, siempre he querido superarme a mí mismo y a
mis rivales también, haciendo honor a mi apellido tanto en las victorias como
en las derrotas, y pretendiendo que mis rivales así lo hicieran. También quise
desde temprano enseñar mis conocimientos a los demás, así como informarme
e investigar nuevos métodos, de forma paralela a mi vida académica y laboral.
Y desde niño también comencé a organizar pruebas (no solo en Billar), porque
soy de los que piensa que la competición es una droga sana que te hace
engancharte a lo que sea y hacer buenos amigos.

Podría haberme enamorado de cualquier otro deporte, pero mi familia me
lo puso muy fácil para elegir este. Y día tras día sigo pensando que elegí el
más bonito, espectacular y difícil de cuantos existen, sin querer desprestigiar
a ningún otro deporte, pues los que me conocen bien saben que soy muy
aficionado al deporte en general.

Pero no todo es perfecto, ideal. Pienso que el Billar debería tener una
repercusión mucho mayor en la sociedad, y no solo por las habilidades
mentales y prácticas que requiere, sino por los valores de educación
que transmite y por la comodidad con que puede ser disfrutado. Siento
especialmente que los grandes maestros de cualquiera de sus disciplinas no
estén suficientemente valorados y en la nueva era de Internet tenemos una
oportunidad única para dar repercusión de cada evento y llamar la atención de
las televisiones. Asimismo, la declaración por parte del COI como deporte en
1998 abrió una oportunidad increíble para ofrecerlo con éxito desde el ámbito
local en las escuelas deportivas municipales.

Muchos enamorados de este deporte han tenido gran habilidad para
difundirlo a través de Internet, mientras yo he luchado para incorporarlo
en infinidad de ayuntamientos, universidades, centros jóvenes, etc. Estoy
convencido de que hay muchas personas que aman este deporte que estarían
dispuestas a tomar una de estas vías para conseguir que en el futuro el Billar
sea el deporte más importante del planeta (al menos de salón/invierno). Para
ello es vital que tome parte en las Olimpiadas, pero antes es necesario mucho
esfuerzo desde cada deportista y desde cada club.

El Billar es mi vida, y no cesaré de luchar para que la gente me escuche y
no pare de hablar de Billar, ya sea Snooker, Pool o Carambola. Si tú piensas
igual que yo…¿a qué estás esperando? ¡Manos a la obra! ¡Juega, enseña y
organiza…y muy pronto el Billar estará de moda!

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